El crecimiento y el desarrollo de un niño se pueden dividir en cuatro períodos:
Inmediatamente después del nacimiento, un bebé pierde normalmente del 5 al 10% de su peso al nacer. Sin embargo, a las dos semanas de edad, el bebé debe empezar a tener un crecimiento y aumento de peso rápidos.
De los cuatro a los seis meses de edad, un bebé debe tener el doble del peso que tenía al nacer. Durante la segunda mitad del primer año de vida, el crecimiento no es tan rápido. Entre las edades de 1 a 2 años, un niño que empieza a caminar sólo aumentará aproximadamente 2,2 kg (5 libras). De los 2 a los 5 años, el aumento de peso permanece en una tasa de aproximadamente 5 libras por año.
Entre los 2 y los 10 años, el niño continuará creciendo a un ritmo constante. Luego se inicia un aumento repentino en el crecimiento con la llegada de la pubertad, en algún momento entre los 9 y los 15 años.
Las necesidades de nutrientes de un niño van de acuerdo con estos cambios en proporciones de crecimiento, lo cual quiere decir que un bebé necesita más calorías en relación con su talla de las que necesitaría un preescolar o un niño en edad escolar. Las necesidades de nutrientes se incrementan de nuevo, a medida que los jóvenes se aproximan a la adolescencia.
Generalmente, un niño sano seguirá una curva de crecimiento individual, aunque la ingesta de nutrientes puede ser diferente para cada niño. Los padres y tutores deben proporcionarle al niño una dieta apropiada para su edad y deben ofrecerle una amplia variedad de alimentos para garantizar que esté recibiendo suficiente nutrición.
Los hábitos alimentarios saludables deben comenzar durante la lactancia para prevenir enfermedades tales como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y la obesidad infantil.
EL DESARROLLO INTELECTUAL Y LA DIETA:
La desnutrición puede causar problemas serios con el desarrollo intelectual en los niños. Un niño con una alimentación deficiente puede experimentar fatiga y no ser capaz de participar totalmente del aprendizaje en la escuela. Además, la desnutrición puede hacer que el niño tenga mayor probabilidad de resultar enfermo y ausentarse de la escuela.
Los niños que no reciben una nutrición suficiente tienen patrones de crecimiento deficientes y un bajo rendimiento escolar. Obtener suficiente cantidad de una buena variedad de opciones alimentarias es importante para el desarrollo intelectual de un niño. El desayuno tiene una particular importancia, porque los niños pueden sentirse fatigados o soñolientos y desmotivados cuando el desayuno es muy pequeño o cuando no desayunan nada.
La nutrición se considera tan importante para el desarrollo intelectual de un niño que el gobierno de los Estados Unidos implementó programas para garantizar que todo niño tenga al menos una comida saludable y balanceada al día. Esta comida generalmente es el desayuno, ya que se ha comprobado claramente la relación existente entre el desayuno y el mejoramiento en el aprendizaje. Dichos programas están disponibles en áreas empobrecidas y descuidadas de los Estados Unidos.
Si tiene preocupaciones acerca del crecimiento y desarrollo de un niño, hable con el médico.
Para mayor información, ver también:
Dieta y desarrollo intelectual
Stettler N, Bhatia J, Parish A, Stallings VA. Feeding healthy infants, children, and adolescents.In: Kliegman RM,Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds. Nelson Textbook of Pediatrics.19th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 42.